El Carassius es el pez más popular en el acuarismo, y es la especie que ha sido mantenida en acuarios por más tiempo.
Si bien esto los hace peces más resistentes que el resto, también demandan cuidados muy similares.
Uno de los detalles más importantes a tener en cuenta, es que se trata de animales que pueden llegar a alcanzar tamaños muy significativos, por lo que precisan grandes espacios para vivir y desarrollarse adecuadamente.
Te explicamos todo a continuación…
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Actinopterygii
Orden: Cypriniformes
Familia: Cyprinidae
Género: Carassius
Las pigmentaciones pueden variar de color ya sean brillantes u opacas, pudiendo los Carassius presentar colores como el negro, rojo, anaranjado, amarillo, blanco, plateado, y algunos hasta dorado, por lo que suelen conocerse como “peces dorados”.
Los huevos eclosionan entre los 2-3 días siguientes a la puesta, dependiendo de la temperatura del agua. Una vez las crías hayan absorbido el contenido del saco vitelino ascienden a la superficie para tomar un poco de aire para poder llenar la vejiga natatoria. A los 2-3 días de eclosionados los huevos hay que empezar a alimentar a los alevines varias veces al día, poca cantidad. Podemos darles artemia recién eclosionada o microgusano de avena. Al mes de nacidos podemos alimentarlos de lo mismo que al resto de los adultos pero en porciones más chicas.
El sistema de filtrado en el acuario de alevines tiene que ser instalado una vez estos alcancen un tamaño significativo, que veamos no tienen problemas para nadar con esa corriente, sino son absorbidos. Filtros internos de esponja son más que suficientes. Antes de la etapa sin filtro es muy importante realizar varios cambios de agua para contrarrestar el alimento no consumido.
Una vez notemos que son capaces de nadar libremente es necesario seleccionar los ejemplares mejor dotados, o separar los de mayor tamaño de los de menor tamaño: en una misma generación algunos de los ejemplares crecen a mucho mayor velocidad que otros, lo que provoca que a los pocos meses de haber nacido algunos de ellos sean del doble de tamaño que los más chicos, generando la posibilidad de que se los coman.
Una hembra puede llegar a poner entre 5.000 a 10.000 huevos en cada desove, lo que hace poco posible su mantenimiento. Es un momento difícil desprenderse de los animales deformes o que no tienen chances de sobrevivir. Una buena fórmula para que sus reservas de proteínas sean reutilizadas es la de emplearlos como alimento vivo.
El verano sirve para seguir el desarrollo de los alevines. Al empezar el otoño ya los peces están totalmente desarrollados y llega el momento de seleccionar nuevos ejemplares para próximas intentos de puesta.
Recomendamos colocar a todos los peces nuevos en un acuario de cuarentena, con el fin de prevenir enfermedades al acuario principal.
Es bueno saber que NO HAY QUE ABUSAR DE LOS MEDICAMENTOS, ni usarlos a modo preventivo. Solo si el pez está realmente enfermo o tenemos sospechas. Haciendo un mal uso podemos crear sepas bacterianas resistentes, ya que sabemos que el ciclo biológico de las mismas en muy corto y se reproducen mucho en muy poco tiempo. Es conveniente tener una pecera más chica para usarla para cuarentenas y/o cuando un pez está enfermo, así evitamos medicar a todos los demás que están sanos y a perjudicar las plantas.
Por último cabe mencionar que la manera más sencilla de prevenir enfermedades, es manteniendo el acuario en buenas condiciones, cubriendo todas las necesidades del pez.
es una enfermedad causada por bacterias. El pez tiene el vientre hinchado, y se levantan las escamas como si estuviera erizado. Los tratamientos pueden ser varios, pero recomendamos el siguiente y debe ser inmediato. Se puede medicar el acuario principal con algún bactericida como Metronidazol en comprimidos (250 mg cada 30 L de agua), ya que no afecta la colonia bacteriana benéfica para el ecosistema (se obtiene en farmacias). Mejorar la calidad del agua y alimentación ayuda mucho en este caso.
Degradan tejidos muertos. Generalmente aparecen sobre una herida que tenga el pez o un ataque de bacterias. Los más comunes en acuarios son Saprolegnia y Achyla. Al principio parecen manchitas blancas en la piel del pez, y cuando la enfermedad avanza empiezan a parecer bolitas de algodón. Los tratamientos contra hongos son un poco complicados porque preceden un ataque bacteriano o herida, así que hay que curar ambas cosas: identificar el problema raíz y solucionarlo. Para tratar hongos agregar azul de metileno. Recordamos tratar a los individuos afectados en la pecera de cuarentena.
Las aletas se enrojecen en la base, cerca del cuerpo. Usualmente la causa de esto es la sobre-alimentación, se puede tratar con sal sin yodo, en un acuario hospital 1 cucharada cada 20L previamente disuelta. También ayuda regular la cantidad de alimento, darles lo que se coman en 2 minutos. Como último recurso se pueden realizar baños de permanganato de potasio en la pecera de cuarentena, 200 miligramos cada 20 litros (se obtiene en droguerías).
Problema que se genera por mala alimentación o falta de alimento vegetal. El vientre se hincha y el pez presenta falta de apetito, nada poco, reposa en el fondo de la pecera, como si le faltara energía. Puede que incluso lo veamos de a ratos flotando dado vuelta. Primero lo mejor es dejarlo sin comer durante 2-3 días para que digiera bien el alimento. Luego durante 1 semana se le puede dar comida vegetal (lenteja de agua), lechuga bien picada, arvejas hervidas peladas. Una vez recuperados remojar el alimento seco en agua del acuario durante 5-10 minutos antes de suministrarlo.
Enfermedad producida por un parásito protozoo llamado Costia Necatrix, que se reproduce en agua templada. Se presenta como una opacidad o aparente mancha en la piel. No es normal que ataque peces adultos viviendo en las condiciones adecuadas. Los peces jóvenes y alevines están más expuestos al ataque de este parásito ya que son más frágiles. Se puede tratar con sal mezclada con azul de metileno, en un acuario hospital 1 cucharada cada 20L previamente disuelta. La sal va a matar al protozoo y el azul de metileno va a ayudar a regenerar los tejidos dañados.
Producido por un parásito ciliado unicelular (Ichthyophthirius). Los peces empiezan a nadar diferente, con movimientos bruscos y repentinos y se rascan contra lo que puedan. Empiezan a salir puntos blancos muy chiquitos, primero sobre las aletas, luego por el resto del cuerpo. No debemos confundir con un macho en celo. El punto blanco se trata con verde de malaquita, recomiendo Ictio de Labcon. Aunque la amnera menos agresiva es con sal sin yodo, en un acuario hospital 1 cucharada cada 20L previamente disuelta. Aumentando la temperatura todos los días 2°C hasta llegar a los 30°C. Mantener ahí 48hs y luego comenzar con cambios parciales del 40% cada 2 días. Reintroducir a la semana.
Los síntomas son señales de problemas al nadar. Ya sea que flotan, se arrastran por el sustrato, o no tienen control sobre su cuerpo (nadan raro, dando vueltas, de cabeza, etc.). A veces tienen el vientre hinchado, no comen, y hacen materia con burbujas o directamente no pueda defecar. Hay cuatro cosas que pueden desencadenar este problema: comida seca, problemas de riñón, ataques de bacterias o virus, y por último herencia genética. Poner al pez en cuarentena con poca altura de agua pero la suficiente como para que pueda moverse con facilidad sin estresarse, poner a dieta, de esta manera tiene posibilidades de eliminar la materia en su intestino (ver constipación).
Hoy en días hay más de 125 especies reconocidas de este pez.
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