Todo sobre los Carassius

El Carassius es el pez más popular en el acuarismo, y es la especie que ha sido mantenida en acuarios por más tiempo.

Si bien esto los hace peces más resistentes que el resto, también demandan cuidados muy similares.

Uno de los detalles más importantes a tener en cuenta, es que se trata de animales que pueden llegar a alcanzar tamaños muy significativos, por lo que precisan grandes espacios para vivir y desarrollarse adecuadamente.

Te explicamos todo a continuación…

Taxonomía:

Reino: Animalia

Filo: Chordata

Clase: Actinopterygii

Orden: Cypriniformes

Familia: Cyprinidae

Género: Carassius

Origen:

Originario de Asia, se empezó a criar en China en el año 600 D.C. Oficialmente se reconoce a Sato Sanzaemon como el primer criador japonés (1704), que logró deistintas variedades de Carassius, años después se extendió a Europa. Su distribución en América surgió en el siglo XIX, actualmente el Carassius se puede ver en casi cualquier parte del mundo. Hoy en día hay más de 100 especies reconocidas.

 

Hábitat

Son peces bentopelágicos (viven cerca del fondo) habitan ríos y lagos ricos en vegetación, de aguas lentas, climas templados a tropicales. Toleran bien el frío, la contaminación y los bajos niveles de oxígeno en el agua.

Morfología y características:

Los Carassius se dividen en dos tipos de formas, de cuerpo alargado y cuerpo ovoide. Raramente superan los 30cm de longitud, pero la máxima descrita fue de 64 cm. Puede variar drásticamente la relación longitud-grosor del cuerpo según la especie de Carassius que se trate. Es un pez robusto, de cuerpo grande con escamas prominentes. Se diferencia de otros peces de cuerpo grande de la familia de las carpas por las puntas redondeadas de la gran aleta caudal. Algunos presentan ojos saltónes, como los telescópicos, o incluso bolsas de agua debajo de los mismos, como tienen los burbuja, otros carecen de aleta dorsal. Protuberancias en la cabeza como los oranda y cabeza de león, colas bien cortas (ryukin) o largas (cometas/velo de novia).

Las pigmentaciones pueden variar de color ya sean brillantes u opacas, pudiendo los Carassius presentar colores como el negro, rojo, anaranjado, amarillo, blanco, plateado, y algunos hasta dorado, por lo que suelen conocerse como “peces dorados”.

Carassius en el acuario y parámetros:

Pueden vivir mucho tiempo en cautiverio, el récord es de 25 años, en grupos de cuatro o más individuos con tamaño mínimo de acuario de 200 L. Se calculan 30-40 L por pez durante su crecimiento, y 80 L para cada pez en su tamaño máximo. Recomiendo un sustrato de color oscuro, y fino por si lo tragan, para que puedan expulsarlo, o grueso para que no puedan ingerirlo. Es pacífico en relación a otros géneros de peces, suelen ser victimas de otros más agresivos, aunque cada pez tiene su propia personalidad. Por esto no es recomendable que convivan con otras especies, o con peces que puedan caber en su boca, porque se pueden alimentar de ellos. Son muy sociables, no suele haber ningún líder, por lo que conviene tener más de un individuo en la pecera. Se los puede observar generalmente inquietos, buscando constantemente comida entre las plantas o decoraciones y sustrato. Es un pez de agua fría, que necesita su época de calor y frío en el año, así que no debemos introducirlos en acuarios de agua templada. La ideal está entre los 14-24ºC, resistiendo un rango de 10ºC a 29ºC, incluso menos, según la variedad. El Carassius común puede llegar a soportar los 2ºC en estanques, pero las variedades más ornamentales no soportan temperaturas tan bajas. La calidad óptima del agua sería con un pH = 7 – 7.5 (resistiendo un rango de 6.9 – 8), la concentración de oxígeno debe ser mayor a 6mg/l sin bajar de los 4mg/l, una dureza = rango dh (escala alemana) 10-15. Estos son peces muy resistentes y toleran concentraciones altas de nitratos durante bastante tiempo, aunque si esto se prolonga pueden verse afectados.

Alimentación:

Es un pez omnívoro pero su dieta requiere mucho aporte de vegetales (recomendamos hervirlos para ablandarlos) por ejemplo soja verde, arvejas, brócoli, pepino, zanahoria, acelga, lechuga y coliflor. Lo mejor sería hacer una papilla con todos estos ingredientes y solidificarla con gelatina neutra en polvo, luego al freezer en porciones. El alimento de origen animal puede darse no más de 2 a 3 veces por semana, y nada especialmente graso. Podemos suministrar: artemia, camarones, gambas, larvas de mosquito, lombriz de tierra y mejillones. Alternar con alimento seco comercial (escamas, pellets) exclusivo para Carassius (estos pueden expandandirse en su intestino provocándoles problemas de vejiga natatoria (dificultades para flotar o sumergirse). Para esto se puede dejar en remojo 5-10 minutos antes de suministrarlo, en un recipiente con agua del acuario. A los Carassius adultos conviene darles una dieta rica en vegetales, con proteínas de origen vegetal.

Dimorfismo sexual:

La manera más fácil de notar las diferencias entre sexos es en la época de calor, que el macho deja ver sus órganos perla. Se trata de unos puntos blancos que se distribuyen el los opérculos (tapas de las branquias), y los radios delanteros de las aletas laterales. Una diferencia que se puede notar todo el año es el en ano, ya que la hembra deposita por ahí sus huevos y está más expuesto que el del macho. Ellas también son de vientre más redondo generalmente, pero según la especie estos es casi imperceptible.
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Reproducción:

Los Carassius son sexualmente maduros a los 8-10 meses. La temporada del año para la reproducción es la primavera. Llegado el momento nos damos cuenta ya que nuestros peces empiezan a mostrar signos evidentes de mayor actividad una vez terminado el invierno. Los machos comienzan a perseguir a las hembras incansablemente, con el fin de que expulsen los huevos. Hay que estar atentos ya que a veces es realmente intolerable para ellas, pueden herirlas de gravedad. También podemos elegir este momento ya que con un simple calentador podemos aumentar la temperatura del agua simulando la llegada de la primavera, pero siempre es mejor dejar a la naturaleza seguir su curso. Para conseguir puestas más numerosas es importante alimentar apenas llegado el momento indicado a las hembras con alimentos ricos en proteínas como tubifex o papillas para discos con alto contenido en carne. Para tratar de obtener los mejores ejemplares posibles y hacer una cría selectiva, es necesario separar a los peces por sexos para elegir entre todos ellos a los individuos más capaces o según los caracteres fenotípicos que deseemos reproducir. El aumento de la temperatura nos permite distinguir entre nuestros individuos a las hembras, cuyo abdomen muestra un mayor tamaño y a los machos en los que podemos distinguir los tubos reproductores entre las aletas pectorales y los tubérculos reproductores (puntos blancos de pequeño tamaño que aparecen en la zona branquial –en los opérculos que cubren las branquias – y a veces en las aletas laterales). También presentan leves diferencias en el orificio anal: las hembras tienen una ligera protuberancia hacia fuera, mientras que en los machos el orificio es cóncavo y hacia adentro.

La pecera en que ocurrirá la puesta debe tener suficiente volumen y el agua obviamente tiene que estar libre de cloro. 100 litros es un volumen adecuado para una pareja siendo recomendable algo mayor para especies con cola única. Se pueden poner plantas de plástico o hilos de nylon anudados, atados a un corcho o similar que asegure su flotabilidad, la presencia de estas plantas o hilos flotantes estimulan el cortejo y la puesta. No son recomendables la plantas naturales ya que podemos introducir con ellas plagas que afectarán a nuestra puesta. Simular el amanecer, a través de una pantalla o de la luz natural aumentará la actividad reproductiva de nuestros peces. Si tenemos la suerte de poder ver el momento en que se produce el desove, debemos retirar a los padres ya que van a comer los huevos. El desove suele producirse durante la mañana del día siguiente al que mezclamos la pareja. La persecución del macho a la hembra durante la tarde anterior también será un factor indicativo.
Una vez llegado el momento de la puesta la hembra se colocará entre las hojas de las plantas flotantes o de los hilos de nailon. El macho la seguirá y en ese momento se realiza la puesta. Ésta puede durar algunas horas. La hembra adhiere los huevos sobre las superficies y el macho los fecunda rociándolos con esperma. Los huevos que hayan sido fecundados se vuelven de color claro y los que no se ponen blancos. (Es recomendable colocar pocas gotas de azul de metileno para evitar ataques de hongos).
Una vez terminada la puesta, la pareja va a intentar a toda costa reponer las energías gastadas ingiriendo los huevos como alimento. Por esto es importante sacarlos del acuario de cría. Durante todo el cortejo y puesta la pareja puede sufrir algún deterioro en las aletas a consecuencia del hostigamiento y las persecuciones. Con el paso de los días y la ayuda de una buena alimentación los daños se curan por si solos. Si vemos hongos en los peces o infecciones bacterianas es necesario tratarlos con el medicamento adecuado (ver sección de ENFERMEDADES”).

Los huevos eclosionan entre los 2-3 días siguientes a la puesta, dependiendo de la temperatura del agua. Una vez las crías hayan absorbido el contenido del saco vitelino ascienden a la superficie para tomar un poco de aire para poder llenar la vejiga natatoria. A los 2-3 días de eclosionados los huevos hay que empezar a alimentar a los alevines varias veces al día, poca cantidad. Podemos darles artemia recién eclosionada o microgusano de avena. Al mes de nacidos podemos alimentarlos de lo mismo que al resto de los adultos pero en porciones más chicas.

El sistema de filtrado en el acuario de alevines tiene que ser instalado una vez estos alcancen un tamaño significativo, que veamos no tienen problemas para nadar con esa corriente, sino son absorbidos. Filtros internos de esponja son más que suficientes. Antes de la etapa sin filtro es muy importante realizar varios cambios de agua para contrarrestar el alimento no consumido.

Una vez notemos que son capaces de nadar libremente es necesario seleccionar los ejemplares mejor dotados, o separar los de mayor tamaño de los de menor tamaño: en una misma generación algunos de los ejemplares crecen a mucho mayor velocidad que otros, lo que provoca que a los pocos meses de haber nacido algunos de ellos sean del doble de tamaño que los más chicos, generando la posibilidad de que se los coman.

Una hembra puede llegar a poner entre 5.000 a 10.000 huevos en cada desove, lo que hace poco posible su mantenimiento. Es un momento difícil desprenderse de los animales deformes o que no tienen chances de sobrevivir. Una buena fórmula para que sus reservas de proteínas sean reutilizadas es la de emplearlos como alimento vivo.

El verano sirve para seguir el desarrollo de los alevines. Al empezar el otoño ya los peces están totalmente desarrollados y llega el momento de seleccionar nuevos ejemplares para próximas intentos de puesta.

Enfermedades y problemas más comunes:

Recomendamos colocar a todos los peces nuevos en un acuario de cuarentena, con el fin de prevenir enfermedades al acuario principal.

Es bueno saber que NO HAY QUE ABUSAR DE LOS MEDICAMENTOS, ni usarlos a modo preventivo. Solo si el pez está realmente enfermo o tenemos sospechas. Haciendo un mal uso podemos crear sepas bacterianas resistentes, ya que sabemos que el ciclo biológico de las mismas en muy corto y se reproducen mucho en muy poco tiempo. Es conveniente tener una pecera más chica para usarla para cuarentenas y/o cuando un pez está enfermo, así evitamos medicar a todos los demás que están sanos y a perjudicar las plantas.

Por último cabe mencionar que la manera más sencilla de prevenir enfermedades, es manteniendo el acuario en buenas condiciones, cubriendo todas las necesidades del pez.

Hidropesía o Ascitis infecciosa:

es una enfermedad causada por bacterias. El pez tiene el vientre hinchado, y se levantan las escamas como si estuviera erizado. Los tratamientos pueden ser varios, pero recomendamos el siguiente y debe ser inmediato. Se puede medicar el acuario principal con algún bactericida como Metronidazol en comprimidos (250 mg cada 30 L de agua), ya que no afecta la colonia bacteriana benéfica para el ecosistema (se obtiene en farmacias). Mejorar la calidad del agua y alimentación ayuda  mucho en este caso.

Hongos:

Degradan tejidos muertos. Generalmente aparecen sobre una herida que tenga el pez o un ataque de bacterias. Los más comunes en acuarios son Saprolegnia y Achyla. Al principio parecen manchitas blancas en la piel del pez, y cuando la enfermedad avanza empiezan a parecer bolitas de algodón. Los tratamientos contra hongos son un poco complicados porque preceden un ataque bacteriano o herida, así que hay que curar ambas cosas: identificar el problema raíz y solucionarlo. Para tratar hongos agregar azul de metileno. Recordamos tratar a los individuos afectados en la pecera de cuarentena.

 

Congestión en aletas:

Las aletas se enrojecen en la base, cerca del cuerpo. Usualmente la causa de esto es la sobre-alimentación, se puede tratar con sal sin yodo, en un acuario hospital 1 cucharada cada 20L previamente disuelta. También ayuda regular la cantidad de alimento, darles lo que se coman en 2 minutos. Como último recurso se pueden realizar baños de permanganato de potasio en la pecera de cuarentena, 200 miligramos cada 20 litros (se obtiene en droguerías).

Constipación:

Problema que se genera por mala alimentación o falta de alimento vegetal. El vientre se hincha y el pez presenta falta de apetito, nada poco, reposa en el fondo de la pecera, como si le faltara energía. Puede que incluso lo veamos de a ratos flotando dado vuelta. Primero lo mejor es dejarlo sin comer durante 2-3 días para que digiera bien el alimento. Luego durante 1 semana se le puede dar comida vegetal (lenteja de agua), lechuga bien picada, arvejas hervidas peladas. Una vez recuperados remojar el alimento seco en agua del acuario durante 5-10 minutos antes de suministrarlo.

Costia:

Enfermedad producida por un parásito protozoo llamado Costia Necatrix, que se reproduce en agua templada. Se presenta como una opacidad o aparente mancha en la piel. No es normal que ataque peces adultos viviendo en las condiciones adecuadas. Los peces jóvenes y alevines están más expuestos al ataque de este parásito ya que son más frágiles. Se puede tratar con sal mezclada con azul de metileno, en un acuario hospital 1 cucharada cada 20L previamente disuelta. La sal va a matar al protozoo y el azul de metileno va a ayudar a regenerar los tejidos dañados.

Podredumbre de aletas:

Se contagia de otros peces o algo no anda bien en el acuario. Para evitarlo hay que hacer cuarentena a los peces nuevos, y respetar las necesidades ambientales que requieren para evitar estrés y baja de defensas. Cosas que pueden generar este problema son: temperaturas por debajo de 12ºC, exceso de materia en descomposición (aumentar frecuencia mantenimientos), pH irregular. Las aletas más afectadas son la dorsal y caudal. Presentan manchas y se deshilachar, pueden hasta desaparecer totalmente (lo más probable es que el pez muera antes de que esto ocurra). Si aparece un pez enfermo, colocarlo en cuarentena para prevenir contagio. Tratar con antibióticos, como tetraciclina (100mg cada 10L). Es una enfermedad difícil de erradicar.
 

Punto blanco:

Producido por un parásito ciliado unicelular (Ichthyophthirius). Los peces empiezan a nadar diferente, con movimientos bruscos y repentinos y se rascan contra lo que puedan. Empiezan a salir puntos blancos muy chiquitos, primero sobre las aletas, luego por el resto del cuerpo. No debemos confundir con un macho en celo. El punto blanco se trata con verde de malaquita, recomiendo Ictio de Labcon. Aunque la amnera menos agresiva es con sal sin yodo, en un acuario hospital 1 cucharada cada 20L previamente disuelta.  Aumentando la temperatura todos los días 2°C hasta llegar a los 30°C. Mantener ahí 48hs y luego comenzar con cambios parciales del 40% cada 2 días. Reintroducir a la semana.

 

Problemas de vejiga natatoria:

Los síntomas son señales de problemas al nadar. Ya sea que flotan, se arrastran por el sustrato, o no tienen control sobre su cuerpo (nadan raro, dando vueltas, de cabeza, etc.). A veces tienen el vientre hinchado, no comen, y hacen materia con burbujas o directamente no pueda defecar. Hay cuatro cosas que pueden desencadenar este problema: comida seca, problemas de riñón, ataques de bacterias o virus, y por último herencia genética. Poner al pez en cuarentena con poca altura de agua pero la suficiente como para que pueda moverse con facilidad sin estresarse, poner a dieta, de esta manera tiene posibilidades de eliminar la materia en su intestino (ver constipación).

Variedades de Carassius:

Hoy en días hay más de 125 especies reconocidas de este pez.

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