El Betta es uno de los peces más populares dentro del acuarismo. Esto se debe a que sus aletas y colores son muy llamativos, además de que puden vivir en espacios chicos.
¡Pero OJO! También pueden ser muy territoriales y necesitan cuidados al igual que cualquier otra mascota. A continuación te dejamos una guía bastante completa sobre como cuidarlos en caso de que tengas o desees adoptar uno.
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Actinopterygii
Orden: Perciformes
Familia: Osphronemidae
Género: Betta
Especie: B. splendens (Regan, 1910)
Son originarios del Sudeste de Asia y habitan mayormente Tailandia y Camboya.
En su hábitat natural, es común verlos en aguas estancadas o con poco movimiento, como charcos o zonas inundadas.
Lo recomendable son 10 litros por cada ejemplar. Como mencioné anteriormente, corriente de agua muy suave. Alta densidad de plantas que provean refugio y selección de territorios. Las plantas también ayudan a mantener una buena calidad de agua, y se puede observar con frecuencia a estos peces reposando y descansando sobre ellas, además de picotearlas en busca de alimento. Mantener la temperatura en un rango de 24–30 °C (75–86 °F). Como hablamos de peces criados en cautiverio, el valor adecuado del pH es 7.
Pueden alcanzar un tamaño máximo de 7 cm de largo, a excepción del Betta gigante que puede llegar a medir 12 cm. Su boca apunta hacia arriba ya que es un pez que ha evolucionado en la superficie, lugar donde anida, obteniendo además ahí su alimento y aire. Justamente uno de los mecanismos de respiración que desarrollaron los Bettas es de sus aspectos más interesantes.
Resulta que pueden obtener el oxígeno presente tanto en el aire de la superficie como el del agua. Para ello cuentan con 2 órganos fundamentales: el laberinto y las branquias. Los peces laberíntidos tienen un órgano con forma de tal que les permite extraer el aire de la superficie en aguas poco profundas u oxigenadas. (Esto no significa que sean optimas condiciones de vida para ellos). Las branquias le permiten, al igual que a cualquier otro pez, filtrar el oxígeno presente en el agua. Este último es su sistema respiratorio por defecto, el laberinto es secundario.
Son peces carnívoros, aunque pueden optar ocasionalmente por alimento vegetal y se acostumbran al comercial. La dieta ideal para los Bettas es una variación de alimentos vivos, me refiero al microgusano de avena, tubifex, zooplancton, larvas de mosquito, insectos, entre otros.
Es recomendable alimentarlos 2 veces al día, con una diferencia de al menos 6 horas. En caso de darles alimento comercial, procurar que sea para carnívoros o Bettas específicamente, y como al resto de los peces la medida de alimento adecuada es la que puedan ingerir en un período de 1-2 minutos. Dejarlo en remojo 5-10 minutos antes de suministrarlo.
Los Bettas son famosos por ser territoriales y agresivos, de hecho se los conoce vulgarmente como “pez luchador”. Por este motivo hay que tener en cuenta ciertos detalles de compatibilidad, a la hora de seleccionar su compañía.
Si colocamos 2 machos en el mismo acuario, se van a enfrentar desplegando sus aletas y opérculos (tapas de las branquias), todo esto para aparentar ser más grandes que su oponente e intimidarlo. Aunque he visto acuarios comunitarios bien plantados con 2 machos, cada uno con su territorio bien delimitado.
Si juntamos una pareja de 1 macho y 1 hembra, puede que alguno rechace al otro, causándole heridas graves. La única posibilidad amigable parece ser la de juntar hembras entre sí, procurando 10 litros para cada una.
Si hablamos de juntarlos con otras epsecies, hay que considerar especies poco llamativas y nada territoriales. Como por ejemplo albonubes, corydoras, Ancistrus, Otocinclus, entre otros. El Betta siempre va a buscar dominar el territorio por lo que no puede haber otras especies competitivas.
El macho es más chico de cuerpo que la hembra, aparentando ser más delgado y largo, además generalmente tiene las aletas más largas y puntiagudas. Las hembras son más corpulentas y sus colores generalmente no son tan brillantes como el de los machos.
En el caso de los Betta splendens, la variedad más conocida dentro del acuarismo, y al igual que en otras especies del género, es muy evidente la diferencia de sexos. Los machos en estos casos tienen aletas tan largas que parecen velos, los cuales usan para atraer y cortejar a las hembras, y también para intimidar a otros machos o peces llamativos.
Podes notar cuando los Bettas estan lo suficientemente desarrollados como para reproducirse, cuando el macho comienza a construir su nido de burbujas en la superficie, y la hembra opaca sus colores dejando ver sus “breeding lines” (líneas de crianza) que recorren horizontalmente el cuerpo. También se puede observar la cargada de huevos a través del vientre y su oviducto.
Selecciona una pareja que te guste y reúna estas características. Antes de juntarlos hay que armar un acuario de al menos 25-30 litros con agua limpia a 27 °C. Un buen accesorio para ayudar al macho a armar su nido en la superficie son los vasos de espuma plast. Y nunca olvides la tapa del acuario, ya que pueden saltar y caer afuera del mismo.
¡Pero todavía no los juntes!, primero hay que realizar algunas maniobras para que se vayan conociendo y no se rechacen a la hora del encuentro.
Mantene a los ejemplares de la pareja seleccionada separados sin verse durante al menos 2 semanas, procurándoles una buena dieta rica en proteínas. Transcurrido este período, y si no se conocían o convivían, lo mejor es que antes de juntarlos en el acuario de crianza, se acerquen en los acuarios individuales para que se puedan ver. También se pueden colocar en el acuario de crianza con algo transparente que los separe, para que no se ataquen pero puedan verse. Puede que el macho quiera atacarla al principio, mantener separados con visual otras 2 semanas.
Eventualmente si todo sale bien, cuando el macho ve a la hembra despliega sus aletas con movimientos dando lugar al comienzo del cortejo, es momento de juntarlos (aunque pueden demorar un poco en interactuar). Si la hembra lo acepta, es abrazada por el macho durante unos minutos y estimulada para largar los huevos, mientras él libera el esperma. Luego él recoge los huevos fecundados y los coloca en el nido flotante. Una vez que esto ocurre la hembra queda flotando sin nadar, mientras que el macho recoge los huevos en un proceso que puede llevar hasta 4-5 horas.
Luego el macho va a centrar toda su atención en cuidar y proteger el nido, por lo que debemos sacar a la hembra para evitar ataques. Podemos colocarla en su acuario nuevamente sin contacto con otros machos para que descanse.
Pueden poner entre 50-200 huevos por puesta, los cuales demoran un par de días en eclosionar. Los alevines quedan prendidos como pelitos en nido ubicado en la superficie, y si alguno se cae es subido inmediatamente por su padre. Esto transcurre durante 3-5 días, hasta que comienzan a nadar libremente. El macho adulto no ha comido nada durante días, por lo que hay que extraerlo del acuario para evitar que los pequeños se conviertan en alimento. Es buena idea agregar un poco de alimento en otro rincón del acuario para distraerlo por si no estamos presentes en el momento indicado (larvas de mosquito u otros insectos son buenas opciones).
Antes de nadar horizontalmente, las crías se alimentan de su saco vitelino. El saco vitelino es un anexo del embrión que poseen ciertos animales con independencia al momento de nacer, elimina los desechos metabólicos, los provee de nutrientes y oxígeno, ya que sus padres no lo hacen. Una vez que las crías nadan y quedan solas en su acuario, podemos empezar a alimentarlas con microgusano de avena, artemia salina, daphnia y alimento en polvo como un complemento a los anteriores. Los alimentamos así durante 1 mes.
Luego podemos darles gusano grindal y tubifex vivo, pasta casera, alimento comercial (como complemento, tener siempre presentes las indicaciones mencionadas en la sección de “alimentación). Transcurrido este tiempo cambian, por cuestiones naturales, su mecanismo de respiración branquial por el laberíntico, por lo que van a precisar aire fresco para evitar problemas respiratorios. Para esto sacamos la tapa del acuario, se puede bajar un poco el nivel del agua para evitar que salten fuera del mismo.
A los 2 meses de su nacimiento ya presentan color y comienzan las disputas entre los machos, debemos separarlos. A los 4 meses de nacidos se considera completado su desarrollo.
Nunca está demás recordar que la mejor manera de mantener a nuestras mascotas saludables es cubriendo sus necesidades biológicas. Haciendo énfasis en las buenas condiciones de agua, cuidando de no sobrealimentar, respetando la cantidad máxima de peces adecuada para cada acuario, realizando mantenimientos frecuentes, etc.
Es muy importante brindarles una dieta balanceada y rica en nutrientes, para que siempre estén fuertes y resistentes ante una posible situación de estrés.
Además de los síntomas que pueden presentar ante cualquier patología, un pez estresado o enfermo se muestra decaído, con las aletas plegadas al cuerpo, de colores opacos e inactivo.
es una enfermedad causada por bacterias. El pez tiene el vientre hinchado, y se levantan las escamas como si estuviera erizado. Los tratamientos pueden ser varios, pero recomendamos el siguiente y debe ser inmediato. Se puede medicar el acuario principal con algún bactericida como Metronidazol en comprimidos (250 mg cada 30 L de agua), ya que no afecta la colonia bacteriana benéfica para el ecosistema (se obtiene en farmacias). Mejorar la calidad del agua y alimentación ayuda mucho en este caso.
esta enfermedad es provocada por un protozoario muy frecuente en acuarios. El mejor tratamiento es con sal sin yodo y alta temperatura. Colocar al/los afectados en un acuario “hospital”, agregar 1 cucharada de sal cada 20 L de agua (previamente disuelta). Simultáneamente, aumentar la temperatura 2 ºC por día hasta llegar a los 30 ºC. Si por algún motivo esta opción no te es posible o no da resultados, hay varios medicamentos con indicaciones (te recomiendo Ictio de Labcon). Realizar cambios de agua cada 2 días y repetir el tratamiento si es necesario.
causados por Columnaris, se presentan en la piel del pez como una capa de terciopelo blanca. Los peces parecen tímidos, nadan raro con las aletas plegadas al cuerpo. No solo ataca la boca del pez, sino también el resto del cuerpo. Son bacterias NO hongos, aunque estos pueden aparecer posteriormente. Son heridas superficiales, algunas aletas desaparecen de a poco. Tratar Columnaris con Metronidazol en comprimidos (250 mg cada 30 L de agua), en el acuario principal, ya que no afecta la colonia bacteriana benéfica para el ecosistema (se obtiene en farmacias). Para tratamiento de hongos recomiendo en un acuario “hospital”, azul de metileno 1 gota cada 3 litros a el afectado en un acuario hospital.
este es un problema muy habitual en los Bettas debido al tamaño de sus aletas, por suerte se soluciona fácilmente. Si se descubre en los inicios, simplemente con un cambio parcial de agua (40%) y un poco de aloe vera se resuelve (recomiendo Aquasana de Prodac). Si las aletas ya se encuentran en estado avanzado de deterioro, lo mejor es tratar en un acuario aparte a 27ºC con azul de metileno (1 gota cada 3 L) y cambios parciales diarios. En cualquiera de los casos es imprescindible mejorar la calidad del agua del acuario principal.
son hemorragias en en el cuerpo y aletas del pez, mayormente en las bases de las aletas, que pueden ser causadas por virus o por bacterias. No se pueden evitar, ya que están presentes en el agua, pero el pez se vuelve vulnerable solo si sus defensas bajan. Tratar con Metronidazol en comprimidos (250 mg cada 30 L de agua), en el acuario principal, ya que no afecta la colonia bacteriana benéfica para el ecosistema (se obtiene en farmacias). Controlar los parámetros en el acuario principal para evitar estrés en los peces y que ocurra nuevamente.
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